Ejemplos de afasia
Los médicos identifican como afasia al cuadro que, a raíz de una lesión en el cerebro, le provoca al individuo que lo sufre incapacidad para dominar el lenguaje y poder expresarse o comunicarse de manera fluida.
Un traumatismo de cráneo, un accidente cerebrovascular, un virus, una patología degenerativa, una infección o un tumor son, por lo general, problemas que se pueden llegar a relacionar con la aparición de afasia.
Aquellos que sufren este cuadro no logran tener un discurso claro y acorde a los contextos ya que, además de tener dificultades para hablar, no llegan a comprender a sus interlocutores ni a entender los textos que leen.
Existen varios tratamientos para corregir la afasia, pero todo depende del estado general del paciente y de qué otros trastornos padezca.
A modo de orientación, podemos señalar ciertos síntomas que pueden ayudarnos a identificar cuándo una persona sufre afasia.
– El individuo con afasia evidencia dificultades para utilizar las palabras apropiadas al mensaje que intenta dar. Por ejemplo: “Alcanzame eh… cómo se dice… el elemento para pinchar la comida…”
– En ocasiones, quien presenta afasia confunde términos por su significado o pronunciación: “Estoy cansado, me voy a la casa”, “Tengo sed, voy a domar un vaso de agua”, “Cociné carne y ya la bebí (comí)”, “Estaba gritando, yo lo olí (oí)”.
– La afasia, además, puede identificarse por el empleo de letras donde no van o la pronunciación defectuosa: “Quiero aplar (hablar) bien pero do (no) puerdo (puedo)”.
– Producto de la afasia, también se presentan problemas para completar frases: “Quiero, eh, preparar… con chocolate… sorpresa”.