Ejemplos de anáforas

29 febrero, 2012

Una anáfora (del latín anaphŏra) es una figura retórica basada en la repetición de palabras que se utiliza en la mayoría de los casos con finalidades poéticas, pero también es un tipo de deixis que desempeñan ciertos términos para remarcar una parte ya pronunciada en el marco de un discurso.

Fuera de las cuestiones vinculadas al lenguaje, una anáfora es una parte de la misa de las liturgias griegas y orientales que corresponde al prefacio y al canon en la liturgia romana y tiene como momento más importante a la consagración.

A continuación, diversos ejemplos de anáforas para entender y apreciar sus aplicaciones y características más allá de lo que puedan decir de ellas las definiciones teóricas:

“Juan aseguró que estaba enamorado de mí, pero no me lo creí”
“Bésame, bésame mucho como si fuera esta noche la última vez / Bésame, bésame mucho que tengo miedo a perderte, perderte después”
“¿Cuándo, cuándo fue la última vez que te quisieron tanto? / ¿Cuándo te ganó el orgullo y escogiste el llanto? / ¿Cuándo volverás a ser lo que no fuiste nunca?”
“Se me había caído la bufanda en plena calle y no me dí cuenta, pero un hombre me la alcanzó”
“Para tu amor no hay despedidas / para tu amor yo sólo tengo eternidad”
“Dame agua, dame vida / ya no quiero estar dormido / Dame alguna seña que me acerque más a ti”
“Ella sólo se quiere a sí misma”
“Le prometió que no volvería a golpearla, pero ella no se lo creyó”