Ejemplos de besos
El beso, esa costumbre de tocar con los labios a otro ser u objeto en señal de amor, amistad o reverencia, se utiliza en distintas culturas como símbolo de afecto o bien al encontrarse y/o despedirse con alguien.
En países como Argentina, Chile, Uruguay y España, por ejemplo, es usual que al arribar a una fiesta o ceremonia los asistentes saluden a las damas con un beso en una o ambas mejillas.
De tratarse de un contexto formal donde hay mujeres de clase alta, en cambio, los caballeros demostrarán su respeto hacia ellas besando una de sus manos.
En un entorno mafioso o cuando se desea encubrir una traición, es habitual que se ofrezca el denominado “Beso de Judas”, así como una madre puede utilizar el “Beso Mariposa” (basado en frotar sus pestañas en la mejilla de otra persona) para demostrarle, de modo simpático, afecto a su hijo.
Para las parejas se reservan los roces de labios y las demostraciones apasionadas, que pueden comenzar con discretos “Besos secos” (que pueden ser dados en público si no se tiene pudor), “Beso francés” (con protagonismo de la lengua, por lo tanto, exclusivo de momentos más íntimos) y al “Beso Pez” (al juntar los labios con los de otra persona después de haber imitado con ellos la boca de un pez), entre otros. Si el sentimiento que los une los lleva a transmitirse afecto hasta con los besos más inocentes, entonces los enamorados bien pueden poner en práctica el estilo esquimal, el cual consiste en tener contacto no con los labios sino con la punta de las respectivas narices.