Ejemplos de centrifugación
Se conoce como centrifugación al resultado de centrifugar, es decir, de emplear la fuerza centrífuga mediante distintos procesos con el propósito de escurrir prendas de vestir o de separar, mezclar o secar determinadas sustancias.
Cuando en un laboratorio se busca, por describir una posibilidad a modo de ejemplo, lograr la separación de núcleos, membranas y mitocondrias, el método elegido suele ser la centrifugación diferencial, donde entra en juego la densidad de cada molécula. También la centrifugación diferencial es una alternativa valorada para trabajar sobre una cierta cantidad de sangre humana con el objetivo de lograr plasma rico en plaquetas, una preparación que se utiliza en centros de belleza para realizar tratamientos estéticos. Si la idea es aislar ADN, en cambio, suele desarrollarse una técnica bautizada como centrifugación isopícnica.
De buscar otras aplicaciones, encontraremos que además la centrifugación es un proceso fundamental en el análisis de orina, ya que brinda la posibilidad de obtener un sedimento con información importante al momento de examinar la salud del paciente.
En una planta de tratamiento de residuos industriales, por otra parte, puede encontrarse equipamiento adecuado para la centrifugación de lodos conformados por una combinación de hidrocarburos, agua y sólidos. Gracias a este método, se pueden separar y recuperar sustancias.
Las lavadoras o lavarropas, por su parte, incluyen la opción de centrifugación para poder sacar la ropa húmeda pero sin exceso de agua ni restos de jabón o suavizante: al completar este proceso de manera adecuada, todas las prendas son retiradas del interior del equipo prácticamente secas.