Ejemplos de crustáceos
A nivel general se define como crustáceo a aquello que posee una costra. Los expertos en Zoología, de manera más específica, incluyen en este grupo a los seres vivos artrópodos que poseen cuatro antenas, respiración branquial, numerosos apéndices y un caparazón por lo general calcificado que los protege.
Si profundizamos en los integrantes de este conjunto, encontraremos que la familia de crustáceos está compuesta por diferentes especies que, en su gran mayoría, viven en un entorno acuático, ya sea en aguas dulces o saladas.
Los langostinos, las langostas, los cangrejos y los camarones son parte de los animales definidos como crustáceos que poseen una gran popularidad a nivel mundial ya que se los suele encontrar con frecuencia en las playas y, además, son aprovechados para elaborar un gran número de comidas. Menos fáciles de identificar por el común de la gente son crustáceos como la cigala (muy valorada dentro de la gastronomía por el particular sabor que posee), la centolla (propia del lecho marino ubicado en aguas de América del Sur), el percebe (suele encontrarse en costas de España, Francia, Senegal y Portugal, entre otros sitios, y constituye un manjar típico en la costa gallega), el cangrejo azul (suele haber ejemplares en zonas diversas del océano Atlántico y en aguas tanto europeas como japonesas), el centollón patagónico (propio del mar Argentino y el océano Pacífico) o el buey de mar (un decápodo apto para consumo humano que se localiza en el Mediterráneo, el mar del Norte y el norte del océano Atlántico), por enumerar otras clases de crustáceos a modo de referencia.