Ejemplos de egoísmo

6 abril, 2012

Sentir un exagerado amor por uno mismo y actuar en la vida de acuerdo al propio interés, es decir, sin tener en cuenta lo que piensen, necesiten o deseen los demás conduce al egoísmo y, por consecuencia, al egocentrismo, al egotismo y al desarrollo de un espíritu asocial.

El egoísmo no se refleja sólo en aquellas situaciones donde un niño no quiere compartir sus juguetes ni prestarle algo a un amigo: también queda en evidencia cuando un adulto evita involucrarse en asuntos importantes para otros (no participar en un reclamo de justicia por la muerte de un vecino o mantenerse al margen de una campaña solidaria, por ejemplo).

Desde la perspectiva de la Biología, además, todo organismo puede ser egoísta o altruísta, según la conducta que adopte. Si dentro de un grupo de monos, por citar un caso, hay algunos que apuestan por el bien común y ayudan al resto a mantenerse en buenas condiciones y a salvo de los enemigos pero otros, aún cuando reciben favores de los demás, sólo se preocupan por su propia supervivencia, se habla de ejemplares altruistas y otros egoístas.

Cabe resaltar también que, según los expertos, existe una teoría que habla de un egoísmo de orden psicológico extendido en la humanidad, mientras que el campo de la Filosofía marca una diferencia concreta entre dos conceptos relacionados al egoísmo y define como egoísmo de raíces morales a la tendencia de vincular la ética al auto-interés y como egoísmo racional a la predisposición hacia un interés por sí mismo pero bajo parámetros razonables.