Ejemplos de haikus

23 septiembre, 2011

Un haiku, dice la definición establecida por la Real Academia Española (RAE), es una composición poética de origen japonés que se destaca por tener una estructura particular: la de construirse a partir de tres versos de cinco, siete y cinco sílabas respectivamente. En otras palabras, el haiku es un poema breve que no necesariamente tiene que rimar.

Según se cuenta, el budismo zen apeló en numerosas ocasiones a los haikus para transmitir sus ideas, pero en Occidente se popularizó a partir del siglo XX de la mano de varios escritores de renombre internacional.

En 1999, por ejemplo, el maestro uruguayo Mario Benedetti lanzó un libro basado íntegramente en este género que se llamó “Rincón de haikus”, mientras que el poeta peruano José Watanabe heredó la pasión por el arte del haiku de su padre, Harumi.

De investigar en el plano literario (tanto oriental como occidental) es posible hallar incontables ejemplos de haikus, pero para dar ideas precisas acerca del significado y apariencia de esta clase de composiciones de estilo natural, sencillo, sutil y austero donde suele existir una palabra clave (conocida bajo el nombre de kigo) a continuación reproduciremos algunos textos que forman parte del conjunto de los haikus.

De Octavio Paz, es posible citar:

Hecho de aire
Entre pinos y rocas
Brota el poema

En cambio, su colega Mario Benedetti ideó propuestas como

Tiembla el rocío
Y las hojas moradas
Y un colibrí

De Yosa Buson, por otra parte, es posible rescatar del olvido el siguiente haiku:

Blanco rocío
Cada púa en la zarza
Tiene una gota