Ejemplos de impericia
La falta de pericia (es decir, de práctica, de habilidad o de experiencia dentro de una cierta actividad, profesión o disciplina artística) se traduce en impericia. En la vida cotidiana, lamentablemente, la impericia de mucha gente ocasiona problemas de diversa consideración, incluso llevando a la muerte a las víctimas de ciertos descuidos o falta de conocimiento por parte de otro que se cruza en sus caminos.
Para comprender qué significa esta noción en la práctica tomemos como referencia el caso de una denuncia por la desaparición de una familia. Ante esta situación la Policía tiene la misión de realizar rastrillajes, allanamientos e investigaciones pero, por falta de experiencia y de compromiso para maximizar los esfuerzos así como del mal proceder dentro de la fuerza, estas prácticas parecen no dar resultados positivos. Días más tarde, sin embargo, alguien que camina al costado de la ruta mal señalizada donde se suponía que había sido visto por última vez el coche del clan halla una zapatilla entre los pastizales y, al ingresar al terreno, descubre con horror el automóvil volcado y, en sus alrededores, cuatro cadáveres. La impericia policial, en este caso, queda al descubierto porque, si hubiesen rastrillado la zona como correspondía y actuado con responsabilidad, el misterio se resolvía pronto y con seriedad.
Si en un hospital, por describir otra posibilidad, los profesionales de la salud no cumplen con su obligación de cuidar y brindar tratamiento adecuado a un paciente que llega en el marco de una emergencia y éste queda con secuelas por no recibir atención médica en tiempo y forma, se hace alusión a una impericia médica y, como tal, se puede llevar a estos médicos a la Justicia para que respondan y paguen por los daños ocasionados como consecuencia de su mal e ineficiente accionar.