Ejemplos de inequidad
Cuando en alguna situación se advierten desigualdades o queda en evidencia la falta de equidad, estamos frente a una inequidad.
En todos los planos y temáticas podemos llegar a reconocer inequidades, a las cuales hay que evitar, combatir y revertir si queremos vivir en una sociedad justa con derechos y oportunidades para todos los sectores de la comunidad, sin excepción.
La inequidad de género, por ejemplo, es un mal que deja en evidencia las diferencias que aún persisten entre los hombres y las mujeres a nivel educativo y laboral. Muchas veces, el género femenino debe esforzarse más para conseguir algo y, aún así, tal vez no accede a beneficios o roles que, por convención, se asocian al universo masculino.
La inequidad salarial, si bien puede vincularse a las desigualdades entre los sexos (los hombres suelen tener empleos mejores pagos en comparación con las mujeres), es una problemática que repercute a escala internacional ya que hay disparidad en los sueldos de acuerdo a la realidad de cada país.
En cualquier sociedad, asimismo, es posible reconocer inequidades sanitarias, es decir desigualdades vinculadas a la salud, ya sea entre ciudadanos de una misma nación o de otros territorios. Las tasas de mortalidad, la esperanza de vida y el riesgo de muerte durante el parto, por ejemplo, son variables que dejan en evidencia cómo se vive en una cierta nación comparada con otra. No hay una misma expectativa de vida al nacer, por ejemplo, en Nigeria que en Suiza, así como en Bolivia la tasa de mortalidad en 2013 fue de 7,52 fallecimientos por cada mil habitantes y, en Botsuana, durante ese mismo periodo se registraron 7,38 decesos por cada mil habitantes.