Ejemplos de ingresos pasivos
Entre todas las clases de ingresos que se pueden reconocer en la práctica es posible distinguir a una variedad muy especial, llamada ingresos pasivos. La definición presenta a esta categoría como los ingresos que se generan sin necesidad de que alguien se mantenga activo a nivel laboral y que se multiplican más allá del tiempo que se invierta para conseguir el cobro.
Desarrollar con inteligencia un método para lograr un ingreso pasivo es clave para dedicarse a disfrutar estas entradas de dinero sin el sacrificio que implica trabajar y esforzarse varias horas por día. Claro que, muchas veces, se requiere una inversión inicial o una formación previa para poner en funcionamiento el sistema de los ingresos pasivos.
Adquirir vehículos y propiedades para poner en alquiler, por señalar un caso común, es una apuesta para poder, en el corto plazo, disponer de un ingreso pasivo por renta: por supuesto, esto ocurrirá siempre y cuando logremos encontrar a alguien que nos pague por el uso del bien que nos pertenece. Invertir en bonos es otra posibilidad para acceder a ingresos pasivos.
Al publicar un libro y/o registrar una obra artística también se pone en marcha la opción de los ingresos pasivos porque, a través de los derechos de autor, ese trabajo seguirá generando ingresos cada vez que alguien lo cita o utiliza con determinados fines.
Las publicidades online presentes en sitios web, asimismo, son otras fuentes de ingresos pasivos porque el cobro no depende de la calidad de información o de la frecuencia de actualización sino de las interacciones y presencias de los usuarios, así como del interés de promoción que puede surgir en sectores dispuestos a pagar por anuncios.