Ejemplos de metas
Muchos son los usos prácticos del concepto de meta, algunos de los cuales vamos a describir a continuación para reflejar cómo y con qué sentidos se aprovecha este concepto.
En primer lugar, puede ser una conjugación del verbo meter. Por ejemplo: “No te metas en problemas”. También, en ocasiones, sirve como prefijo (“metamorfosis”, “metafísica”) y en otras se emplea para denominar lugares: así sucede por señalar diversos casos puntuales con el departamento colombiano de Meta, el río Meta y la ciudad estadounidense de Meta.
Llegar a la meta, por otra parte, es una expresión que da cuenta del logro de alguien de alcanzar el fin perseguido, sobre todo en una carrera competitiva, cuando se celebra que un deportista haya alcanzado en tiempo récord la línea de llegada.
De asociarlo a objetivos, entonces podemos diferenciar entre metas a corto, mediano y largo plazo (obtener el título universitario después de años de estudio, conseguir empleo, formar una familia, etc) y metas personales (“Mi meta es jugar en primera división”), metas sociales (“Como organización vecinal, nuestra meta es ayudar a todas las víctimas de violencia de género que vivan por la zona”).
Una pareja, por describir otra realidad fácil de identificar en la vida cotidiana, comparte sueños y se fija metas en función de sus deseos. Una meta muy común entre los enamorados es ahorrar y sacrificarse para, lo antes posible, poder comprar una vivienda y/o un coche. También son metas habituales el objetivo de mudarse, de agrandar la familia y el de realizar un viaje.