Ejemplos de nebulosas
El concepto de nebulosa, a raíz de los múltiples significados que se le atribuyen en el diccionario de la Real Academia Española (RAE), nos proporciona una gran cantidad de posibilidades para expresar diferentes cuestiones. Cuando algo no es claro y genera incertidumbre y confusión por ser complicado o imposible de entender, por ejemplo, se gana el calificativo de nebulosa: “Es necesario que aclare toda la situación, porque de lo contrario todo queda en una nebulosa”.
También los lugares o ciudades que están cubiertos de niebla u oscurecidos por la presencia de muchas nubes se describen con esta noción. Los expertos en Astronomía, por su parte, reservan este vocablo para aludir a la materia cósmica integrada por gas y polvo que adquiere distintas apariencias y que, por lo general, posee un contorno impreciso. Hay, según estos especialistas, nebulosas de inspiración o de absorción, nebulosas de emisión y nebulosas de reflexión.
La llamada nebulosa de Orión, por indicar un caso puntual, puede apreciarse a simple vista cuando dirigimos nuestra mirada hacia el cielo durante las noches estrelladas. Se trata de una nebulosa difusa que se ubica al sur del cinturón de Orión y se caracteriza por ser una de las más brillantes que se conocen hasta el momento. La nebulosa del Cangrejo, en tanto, constituye un resto de supernova que se descubrió en el año 1054 y que, más tarde, pudo ser observada por John Bevis en 1731, mientras que la nebulosa del Anillo, descubierta en 1779 por Antoine Darquier de Pellepoix, se encuentra en la constelación de Lyra y es una de las más populares.