Ejemplos de objetivo específico
Un fin, un propósito, una meta o algo por cumplir es un objetivo. Estas finalidades que una persona o empresa se plantean con la idea de concretar un determinado desafío pueden ser generales o específicas.
A diferencia de los objetivos generales que abarcan intenciones a gran escala, los objetivos específicos delimitan el resultado esperado y lo vuelven concreto para que los esfuerzos se encaminen en una sola dirección. Claro que, en el marco de un proyecto o planteo, suelen surgir de manera simultánea ambas clases de objetivos ya que los objetivos específicos suelen desprenderse de fines más generales.
De acuerdo a quienes analizan las propiedades de los objetivos, los más concretos se caracterizan por ser cualitativos por priorizar metas de mayor calidad respecto a otras y conductuales (por marcar un camino o una pauta precisa como guía).
A partir de estas definiciones teóricas, se pueden describir como referencia algunos casos que reflejen qué es, en la práctica, un objetivo específico.
– Una investigación sobre los efectos de los estupefacientes en el ser humano puede tener como objetivo general informar a la población en relación a las consecuencias de la droga y, como objetivo específico, determinar los daños que provocan estas sustancias en el organismo.
– Un concurso puede tener como objetivos generales el plan de promover la creación literaria y estimular la imaginación, y como objetivo específico la idea de premiar a quien haya demostrado mayor talento y capacidad creativa.
– Una empresa puede nacer con el objetivo general de aprovechar un nicho de mercado no explotado en la zona de influencia y trazarse como objetivo específico alcanzar ventas por un valor de cien mil pesos durante el primer año de actividad.