Ejemplos de pereza
La flojera, el desgano y el tedio para llevar a cabo una determinada acción dan origen a un cuadro conocido como pereza. Desde la perspectiva de la religión cristiana, esta conducta constituye un vicio incluido en el listado de pecados capitales ya que la persona con pereza no muestra voluntad ni intenciones de vivir como Dios manda.
La falta de motivación, en la vida cotidiana, puede llevar a alguien a dejar de entrenar su cuerpo por pereza, así como también es común que, por estar sin ánimo, cansado o fastidioso uno muestre pereza a la hora de estudiar o cumplir obligaciones académicas.
La pereza, como sabrán por experiencia propia, puede desencadenarse por múltiples razones en distintos contextos. A veces, se debe a cuestiones patológicas o físicas que trascienden la voluntad personal pero, en la mayoría de las ocasiones es resultado de la holgazanería y el deseo de hacer únicamente lo que deseemos, sin obligaciones o rutinas de por medio. Por señalar algunos ejemplos con los cuales mucha gente puede identificarse: “Ya sé que es saludable caminar, pero me da pereza: prefiero subir al coche y llegar más rápido”, “Me da pereza la idea de levantarme temprano y salir a hacer ejercicio físico cuando hace mucho frío, si no es por algo obligatorio, prefiero quedarme durmiendo”.
Más allá de estas interpretaciones y aplicaciones prácticas, es interesante tener en cuenta que, en territorio madrileño, existió entre 2001 y 2011 una banda de rock madrileña que se conoció con el nombre de Pereza, título elegido también para identificar a su álbum debut.