Ejemplos de prosopopeya

8 noviembre, 2016

Para poder aplicar en la práctica la idea de prosopopeya, primero es fundamental repasar la teoría para saber a qué hace referencia esta palabra de raíces griegas. Al respecto, es importante señalar que, a nivel coloquial, este término alude a la grandilocuencia y pompa de alguien a la hora de expresarse. En el campo de la retórica, en tanto, hace foco en una figura literaria bautizada como “de ficción” que se basa en atribuirle a elementos abstractos, cosas inanimadas y a seres irracionales cualidades y atribuciones propias de los humanos.

prosopopeyaEn numerosas narraciones, tanto para adultos como para niños, es posible hallar casos de prosopopeya. Esto sucede, por ejemplo, cada vez que un autor enriquece su cuento o novela con expresiones como “el sol jugaba a las escondidas mientras el viento soplaba cada vez más fuerte para despeinar a quienes caminaban por el parque, donde las plantas y ramas de los árboles bailaban al ritmo que la corriente de aire les imponía” o “en un ataque de furia, la naturaleza demostró su poder ante el ser humano derribando embarcaciones con el mar embravecido como aliado y un cielo encendido que, de manera incesante, lanzaba baldes de agua helada y misiles en forma de rayos…”.

La prosopopeya depende, como en todo acto creativo, de la imaginación de cada escritor. No hay límites para emplear este recurso, por eso al saber su definición y usar como referencia estos ejemplos, todos podemos aprovecharlo de infinitas maneras.

Por ofrecer más muestras de prosopopeya a modo orientativo: “el semáforo te guiña el ojo para recordarte qué debes hacer en cada situación, dándote luz verde cuando te alienta a ir hacia adelante”, “afectado por un mal terminal, el vehículo comenzó a toser y a moverse con dificultad hasta quedar totalmente paralizado”.