Ejemplos de semántica
La disciplina que hace foco en las unidades lingüísticas para analizar sus significados se denomina semántica. Una de sus ramas, especializada en las oraciones y los sintagmas, se conoce como semántica composicional, mientras que la llamada semántica léxica se ocupa de estudiar qué significa cada vocablo y cómo son los vínculos de sentido que surgen entre ellos. La semántica lógica, por su parte, se ocupa de considerar el lazo entre cada signo lingüístico y la realidad.
El objetivo de la semántica es dar respuesta al interrogante acerca del significado de una cierta palabra, en base al significante de su signo lingüístico y a la imagen mental que éste sugiere. La denotación y la connotación resultan claves en este marco.
A través de la semántica, por lo tanto, podemos aprender y confirmar que un mismo término puede tener interpretaciones diferentes de acuerdo al idioma en el cual se emplee y el contexto en el cual se lo utilice. No es lo mismo, por detallar algunos casos a modo de referencia, expresar que “Recién vino Laura a contarme lo ocurrido” que “Este vino tiene un sabor dulzón”; “Quiso reflexionar en soledad” que “Voy a la fiesta de Soledad”; o “Sacaron del mercado una partida defectuosa del producto” respecto a “El horario de partida del ómnibus está previsto para las 13 horas”, “Se desafiaron a una partida de ajedrez” y a “Esta galleta está partida”. Como podrán apreciar al analizar los contenidos de cada oración, una misma palabra escrita de igual forma tiene interpretaciones y aplicaciones diferentes.