Ejemplos de sinonimia
Cuando dos o más palabras pueden ser consideradas entre sí como sinónimos y quedan asociadas por sus rasgos similares en materia de significado, se habla entonces de sinonimia. Este concepto, derivado del vocablo en latín synonymĭa que a su vez procede de un término griego, se aprovecha en el campo de la Retórica para identificar a la figura basada en el uso intencional de nociones de significación similar para reforzar una idea.
Dicen los expertos en asuntos lingüísticos que la sinonimia puede, en función de cómo se produzca, el contexto en el cual se desarrolle y las particularidades que presente, enmarcarse en diferentes categorías.
La sinonimia conceptual, por mencionar una posibilidad, se establece frente a palabras como esposa/mujer, perro/can, hijo/descendiente, alumno/estudiante, casa/vivienda/hogar. La sinonimia contextual, en cambio, se hace presente cuando los vocablos se pueden intercambiar o aprovechar en ciertas ocasiones, como sucede con “Los ravioles me cayeron pesados”, “Mi tía es un poco pesada”, “Es una tarea muy pesada”. La sinonimia referencial, por su parte, involucra a términos que se utilizan para aludir a un mismo referente pero no tienen un significado idéntico, por ejemplo: tenedor/cubierto, agua/líquido, fideos/comida, revista/publicación. Asimismo, existe otra alternativa conocida como sinonimia de connotación donde los conceptos poseen una gran valoración subjetiva, detalle que los lleva a perder su significado objetivo.
Resulta interesante resaltar también que en las ciencias suelen darse casos de sinonimia ya que los expertos en Botánica y en Zoología, por ejemplo, emplean a menudo referencias o nombres científicos diferentes para un único taxón o cuestión específica.