Ejemplos de metáforas
Una metáfora es una figura retórica que permite trasladar el sentido concreto de una determinada palabra a otro figurado en virtud de una comparación tácita. Este elemento puede utilizarse tanto como recurso literario así como en los ámbitos de la lingüística y la psicología.
La expresión “rizos de oro”, por ejemplo, se vale de un metal precioso para comparar y simbolizar el cabello rubio, así como “ojos de cielo” hace alusión a una tonalidad celeste en la mirada de alguien.
“Estoy feliz de ver a mi nieta disfrutar de la primavera de la vida” (en referencia a la juventud), “Florencia está contenta como perro con dos colas porque su padre le regaló un viaje a Europa” (para simbolizar la felicidad extrema), “Tus labios de miel me enamoran a cada instante” (para representar la dulzura), “Su sonrisa de perlas no pasa desapercibida” (para describir la blancura de los dientes), “En su rostro brillaban dos grandes esmeraldas” (en relación a un par de ojos verdes), “Hoy el cielo exhibe poco algodón” (para hacer referencia a la poca cantidad de nubes) y “Su cabello azabache ocultó parte de su rostro” (en relación del pelo oscuro de alguien) son oraciones que permiten apreciar el uso práctico de las metáforas.
Estas figuras que poseen un marcado perfil estético y que también permiten aplicar una expresión a un objeto o concepto que no denota de forma literal con el propósito de sugerir una comparación y hacer más sencilla su comprensión, son utilizadas con frecuencia en canciones y poesías.