Ejemplos de ofertas
Dice la Real Academia Española (RAE) que una oferta (del latín offerre) es una promesa que se hace de dar, cumplir o concretar algo, pero que también es un don que se ofrece para ser aceptado por alguien. Además, reconoce a este término como una propuesta para efectuar un contrato, como un producto comercializado a un precio menor que el habitual y como un conjunto de mercancías que se presenta en un momento específico a un precio determinado.
Así, entonces, se pueden entender como ofertas múltiples cuestiones. El concepto, por ejemplo, es una parte fundamental del principio de “oferta y demanda”, un modelo económico básico cuyo contenido permite explicar procesos macro y microeconómicos.
Además, es un vocablo utilizado con frecuencia en supermercados o tiendas de diferentes rubros para informarle a los consumidores qué productos han sido bajados de precio en esa oportunidad. Por ejemplo: en la víspera de Navidad, cuando el tradicional árbol ya ha sido decorado por la mayoría de los católicos, hay negocios que ponen en oferta los adornos típicos para intentar vender la mercadería que les quedó en el depósito. Cabe destacar que las ofertas no siempre son iguales ni son válidas en todo momento ya que cada empresa las diseña con su propio criterio. Por eso, entonces, hay ofertas semanales, mensuales y hasta ofertas personalizadas que apuntan, por ejemplo, a conquistar a los usuarios de una determinada tarjeta de crédito.
En otro contexto, la noción se asocia a la búsqueda de trabajo ya que un adulto interesado en encontrar o cambiar de empleo suele estar atento a los avisos y responder a las ofertas de empleo que se adaptan a su perfil y al tipo de propuesta que él busca para progresar.