Ejemplos de refranes
El refrán es esa frase de uso común que se comienza a popularizar en un pueblo o país y se extiende por muchas generaciones. Estos breves enunciados sentenciosos son estudiados por la paremiología y se caracterizan por tener autor desconocido y estar referidos a temáticas de alcance universal.
Estas sentencias surgidas de la experiencia colectiva a lo largo de los años pueden ser de tipo sentimental, financiero, festivo, cotidiano y hasta tener raíces vinculadas a los animales, el clima y los estados de ánimo. Estos dichos populares son, por lo general, recursos que se utilizan para brindar, de forma pintoresca, enseñanzas o resumir con sabiduría ciertas situaciones.
“Quien mucho abarca poco aprieta” (refrán creado para demostrar que no siempre se responde con eficacia cuando se asumen numerosas tareas u obligaciones), “Mucho ruido y pocas nueces” (frase que se aplica a quien habla mucho pero hace poco), “Quien mal anda, mal acaba” (expresión que describe el final de la persona que lleva una vida desordenada y posee hábitos poco ejemplares), “No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy” (enunciado utilizado a la hora de sugerir un mejor aprovechamiento del presente) y “No hay mal que por bien no venga” (máxima que aporta optimismo al insinuar que lo negativo puede también generar consecuencias positivas) son algunos ejemplos que permiten descubrir parte de los refranes más trascendentes en lengua española.
“En boca cerrada no entran moscas”, “Más vale pájaro en mano que cien volando”, “A caballo regalado no se le miran los dientes”, “Al perro flaco no le faltan pulgas” y “Por la boca muere el pez”, asimismo, son refranes que buscan describir cuestiones o actitudes humanas con los animales e insectos como inspiración.