Ejemplos de fábulas
Una fábula es un relato ficticio por lo general de extensión corta que persigue propósitos didácticos evidenciados a través de su moraleja final. En estas historias literarias pueden intervenir seres humanos, animales o cualquier criatura animada o inanimada.
Este tipo de textos ha tenido varios representantes a lo largo de la Historia, pero uno de los que más ha logrado destacarse a nivel mundial como creador de fábulas es Esopo. A este admirado escritor se le atribuyen fábulas como las de “La zorra y la cigüeña”, “El granjero y la víbora”, “El león y el ratón”, “La cigarra y la hormiga”, “La rana que quiso ser buey” y “La zorra y las uvas”.
Otro de sus relatos que aún en la actualidad es valorado por millones de lectores de distintos países es “El viento del Norte y el Sol”, una fábula que narra la competencia que iniciaron el sol y el viento para comprobar cuál de los dos era el más fuerte. El desafío consistía en lograr antes que el otro que la primera persona que pasara se despojara de alguna prenda.
Así, pues, el viento sopló con todas sus fuerzas pero, en vez de quitar la ropa del transeúnte, obligó al hombre a apretar más su ropa contra el cuerpo, mientras que cuando llegó el turno del sol éste se preocupó en brillar más que nunca sin realizar ningún otro tipo de esfuerzos. Su postura dio resultado, ya que el hombre, al sentir calor, se quitó lo que llevaba puesto. La moraleja, pues, es que la persuasión es mucho más efectiva que las estrategias violentas.
Más allá del legado de Esopo cabe destacar que otro exponente del mundo de las letras que enriqueció con fábulas a la literatura fue el ruso Iván Jemnitser, quien tradujo a su lengua materna algunas fábulas desarrolladas por Jean de La Fontaine y elaboró por cuenta propia algunas otras, entre las que se pueden citar a “Un árbol” y “Un ricachón y un pobre”.