Ejemplos de tutoriales
El concepto de origen inglés ‘tutorial’ es aprovechado por los expertos en informática para hacer referencia a una especie de publicación de corta extensión y carente de detalles que reúne los consejos básicos para aprender a usar un determinado sistema o producto. Los tutoriales, en otros contextos, también sirven de guía para el desarrollo de una actividad o tarea en particular.
En otras palabras, puede decirse que un tutorial es una recopilación de instrucciones presentadas con un lenguaje sencillo y respetando un orden lógico que intenta auxiliar a quien no sabe cómo armar, poner en funcionamiento o aprovechar un elemento o servicio.
Con ayuda de un tutorial, por citar un caso concreto, podremos aprender a utilizar diversos programas informáticos pero también lograremos poner en marcha cualquier artefacto sin necesidad de contratar a un especialista y dominar un arte casi sin ayuda de un profesor.
Un músico principiante, por ejemplo, tiene la posibilidad de aprender a interpretar toda clase de canciones con la guitarra si consulta el tutorial adecuado, así como otra clase de tutorial puede enseñar a cualquier usuario cómo activar los subtítulos de una película desde su reproductor de DVD.
De querer aprovechar las herramientas del programa Windows Movie Maker para realizar videos de buena calidad, por hacer referencia a otra posibilidad, un tutorial que explique paso por paso cómo cargar las imágenes, editarlas, incluir música y compaginar cada secuencia será una guía eficaz para obtener el resultado buscado sin perder demasiado tiempo en el proceso y sin necesidad de realizar un curso intensivo de uso.