Ejemplos de jingles
Seguramente, muchos de ustedes recuerden canciones de extensión breve que, en su momento, se hicieron populares por formar parte de una publicidad televisiva o bien por ser la melodía característica de un programa radial.
Tal vez, a la hora de mencionar esa especie de slogan musical no sepan cómo definirlo exactamente, por eso en esta oportunidad hablaremos de los jingles, tal como se conoce a esos elementos artísticos que surgen con motivos promocionales.
Para que sea efectivo y cumpla el propósito esperado, todo jingle debe ser directo, ingenioso, “pegadizo” (es decir, que provoque deseos de ser cantado o recordado con frecuencia), de poca duración y fácil de identificar a nivel general para permanecer en la memoria y generar un reconocimiento rápido y masivo.
Si el jingle provoca interés en un gran número de personas y logra convertirse en un símbolo de la marca, incluso puede mantenerse vigente durante varios años, aún cuando la publicidad se haya sacado de circulación.
La empresa Coca Cola, por ejemplo, ha apelado a lo largo de la historia a jingles como el que decía “Coca Cola es sentir de verdad”, mientras que Hepatalgina logró dejar un sello imborrable con el jingle que invitaba a tararear “Me siento bien y yo también, con Hepatalgina me siento bien”.
Otros jingles que aún hoy son recordados por diversas generaciones: “Jugo de fruta en palito, Frutare…”, “Papel, Voligoma, papel…¡Y cómo pega! ¡Papel con papel!”, “Arrolla la sed: Paso de los Toros”, “Qué tranquilidad, señora mamá, para sus hijitos… Si usted tiene Aspirinetas”.