Ejemplos de mitos
En numerosas ocasiones, los mitos se utilizan en el plano educativo para incrementar la cultura y los conocimientos de los estudiantes, aunque también se pueden disfrutar de adultos como una forma original de deleitarse con la narración de hechos extraordinarios y acercarse a un apasionante universo ficticio poblado por dioses, semidioses, héroes y hasta criaturas monstruosas.
Según la Real Academia Española, un mito es un relato maravilloso situado fuera del tiempo histórico que tiene como personajes principales a seres de carácter divino o heroico. Por lo general, en ellos se aborda el origen del mundo y se interpretan episodios que han dejado una huella importante en la historia de la humanidad.
En la actualidad, es posible hallar en la literatura una mitología alejada del plano religioso. El británico J.R.R. Tolkien, por ejemplo, fue capaz de instalar por medio de sus libros mitos como los que se reflejan en “El silmarillion” y “El señor de los anillos”.
De todos modos, esta clase de mundos mitológicos no ha logrado opacar a las increíbles narraciones que han permitido conocer a personajes como Atenea, la diosa de la guerra que nació, según se cuenta, completamente armada y desde la frente de Zeus.
En la historia de la fundación de Roma, donde adquieren relevancia los gemelos Rómulo y Remo que fueron amamantados por una loba antes de ser encontrados por un matrimonio de pastores, también es posible descubrir un mito que, en este caso, es de tipo fundacional.
Otro ejemplo que se puede citar en torno al mismo concepto es el que dio origen a la figura del “cuco”, una criatura nocturna que surgió de la imaginación popular con el fin de provocar temor en los niños y, de esta manera, conseguir que sean obedientes y cumplan las órdenes de los mayores.