Ejemplos de paciencia
El término ‘paciencia’ halla su origen en el vocablo latino patientĭa y refiere a la capacidad humana para sobrellevar y tolerar una determinada situación sin perturbarse ni terminar con el ánimo alterado.
La paciencia, por lo tanto, nos permite aguardar algo con tranquilidad, tolerar contratiempos y resistir, sin perder el control, el desarrollo de una cierta circunstancia dificultosa.
Si uno tiene paciencia, por ejemplo, no se ve perjudicado por los efectos de la ansiedad mientras se espera la llegada de un evento o cosa (como el día del recital del artista preferido de uno, el lanzamiento de un trabajo discográfico, el estreno de una película, etc.), así como también puede actuar con inteligencia, sabiduría y mesura en casos donde cualquier ser impaciente se descontrolaría e irritaría en apenas segundos (como cuando un bebé llora y grita sin parar o cuando el colectivo tarda en llegar).
Para terminar de comprender qué significa la idea de paciencia pueden analizar las oraciones que figuran a continuación y descubrir por sí mismos las diversas aplicaciones que tiene este concepto.
“Resolvelo vos: yo no tengo paciencia para los acertijos”
“Tenés que tener paciencia: esto no se soluciona de un día para el otro”
“Analizalo con paciencia y después tomá una decisión al respecto”
“¡Qué paciencia! Yo no soportaría criar a tantos niños a la vez”
“La paciencia es su mayor virtud”
“Van a tener que tener paciencia: el doctor se atrasó y hay ocho personas delante de ustedes”
“Sólo alguien con paciencia infinita puede aguantar tantos desplantes”
“¡Dios, dame paciencia para soportar a mi jefe!”