Ejemplos de organismos heterótrofos
Cuando desde la Biología se analizan las capacidades de cada organismo y sus formas de nutrirse, adquieren relevancia conceptos como los de autótrofos y heterótrofos, dos nociones que permiten clasificar a los seres vivos de acuerdo a su modo de alimentarse.
A diferencia de los ya citados autótrofos, los organismos que integran el conjunto de los heterótrofos no son capaces de generar materiales orgánicos en base a sustancias de carácter inorgánico, razón por la cual deben apelar a otros seres vivientes a la hora de buscar alimento.
Entre quienes no tienen la habilidad para conseguir energía que les permita convertir en orgánica a las sustancias inorgánicas y, por lo tanto, dependen de todo lo que sintetizan los autótrofos, aparecen todas las especies del reino animal, así como también numerosas clases de arqueas y bacterias.
Los heterótrofos, dicen los expertos en este asunto, se nutren cuando las células comienzan a consumir sustancia orgánica previamente sintetizada y están en condiciones, a partir de ese momento, de transformar a sus fuentes de alimentación en materia celular para sí mismos.
Ahora que ya hemos hecho un repaso por la definición teórica, es posible determinar la existencia de millones de organismos heterótrofos a nivel mundial, ya que las cabras, los leones, las jirafas, los elefantes, los hipopótamos, las víboras, los tigres, los osos, las vacas, los camellos, las ovejas y los zorros, por citar algunas de las especies de animales más populares, pertenecen a este inmenso conjunto, en el cual hay también espacio para los hongos.