Ejemplos de plantas acuáticas
Al pensar en variedades de plantas, mucha gente suele mencionar en primer lugar las que crecen en jardines, terrazas y hasta en ambientes interiores, pero pocos reparan en la existencia de las plantas acuáticas. Por esa razón, en esta oportunidad recordaremos las particularidades de esta clase de vegetación y citaremos a varias especies de este tipo.
Las plantas acuáticas (también conocidas como hidrofitas), tal como su nombre lo deja advertir, son aquellas que crecen y se desarrollan en entornos con un elevado nivel de humedad y están en contacto con el agua. A estas plantas, por lo tanto, se las puede hallar a la orilla de ríos, en estanques, en estuarios, en lagos y en estanques localizados en diversos rincones del mundo.
Claro que, más allá de vivir en un ambiente acuático, no todas las variedades que pertenecen al conjunto de la vegetación acuática están sumergidas por completo ya que hay algunas que desarrollan parte de su estructura afuera del agua (dejando ver sus tallos y flores, por ejemplo) y otras cuyas hojas flotan en la superficie.
Los nenúfares, las elodeas, la Pistia Stratiotes (definida comúnmente como lechuga de agua), la Alisma Gramineum, la Damasonium Alisma, las plantas de la familia de las pontederiáceas, las hierbas conocidas como Juncagináceas, la Salvinia (género que agrupa a ejemplares considerados helechos flotantes), la Ruppia Maritima y el Lepidium Sativum (planta que recibe el nombre común de berro hortelano o lepidio y suele aprovecharse con fines comestibles y, en algunos casos, medicinales) son parte del numeroso y variado grupo de las plantas acuáticas.