Ejemplos de preguntas
Para saber, para averiguar todo aquello que se desconoce y para ampliar los conocimientos es necesario formular preguntas. Este recurso, según se deduce de la práctica, puede implementarse de forma oral (introduciendo preguntas en una conversación) o por escrito (identificándolo con signos de interrogación).
Asimismo, es posible analizar estas herramientas de acuerdo a la clase de respuesta que admitan y a la periodicidad con que aparezcan en un cierto contexto. De ahí, por ejemplo, que en tutoriales, manuales o diferentes instructivos aparezca el apartado de “Preguntas frecuentes”.
Hay, además, preguntas abiertas y cerradas, preguntas capciosas, preguntas retóricas, preguntas universales, preguntas personales, preguntas generales y preguntas de opción múltiple, entre muchas otras alternativas.
Si bien a diario realizamos y respondemos preguntas, no está de más centrar nuestra atención en la apariencia de estas estructuras para saber cómo armarlas de manera adecuada y lograr así obtener la respuesta más concreta posible o adecuada en base a cada contexto. A continuación, entonces, algunas preguntas a modo de referencia.
“¿Cuántos litros de agua conviene tomar por día para mantenerse saludable?”
“¿Qué síntomas tiene?”
“¿Dónde queda el restaurante?”
“¿A qué hora empieza la ceremonia?”
“¿Cómo te gustaría estar dentro de diez años?”
“¿Por qué no lo llamás para aclarar la situación?”
“¿Para qué sirve esto?”
“¿Cuándo regresa tu hermano?”
“¿Me ayudás a resolver este problema?”
“¿Querés un poco más de helado?”
“¿Viste todas las temporadas de la serie?”
“¿Vamos al cine esta noche?”
“¿Te sirvo algo para tomar?”
“¿Ya nació el hijo de Mirta?”
“¿Cuánto es cuarenta por ocho?”
“¿Nos venís a buscar a las seis?”