Ejemplos de saberes
Para adquirir saberes es indispensable dedicar tiempo al estudio, formarse académicamente, acumular experiencias de vida y tener sabiduría.
Un saber, dice la teoría, es aquello que se conoce y se domina. Se trata de una palabra con origen en el vocablo latino sapĕre que se aprovecha en numerosas circunstancias para describir diferentes habilidades y conocimientos. En este sentido, resulta interesante resaltar que, a veces, el término no refleja sapiencia sino deseos de saber, como sucede frente a expresiones como “Me gustaría saber qué piensa él de mí” o “Nos quedamos sin saber qué fue, realmente, lo que ocurrió”.
A fin de ayudarlos a comprender mejor cómo se aplica en la práctica esta noción, a continuación complementaremos la teoría con diversos ejemplos de uso.
“Es importante saber de todo un poco para poder entablar todo tipo de conversaciones”
“Reaccionó con desesperación ante la broma de sus compañeros por no saber nadar”
“Quería saber el precio de esta remera”
“No critiques sin saber cómo fueron los hechos”
“Entró en crisis al saber que su esposo mantenía una relación paralela con otra mujer”
“Prefiero no saber los detalles del accidente”
“En esta nota te contamos todo lo que debés saber antes de recorrer el continente europeo”
“Me indigna saber que nada cambió después de todas las denuncias que hice”
“Tras varios días sin saber el paradero de su hija, el futbolista pudo localizar a la niña”
“Me alegra saber de vos, hacía mucho que tenía ganas de verte”
“Quisiera saber qué piensa usted de esta iniciativa”