Ejemplos de sistemas
Pocas palabras tienen tan amplio alcance y versatilidad como el caso de ‘sistema’, un término que se origina en el vocablo en latín systēma que, a su vez, deriva de una expresión griega.
La Biología, la Informática, la Lingüística, la Matemática, la Física, el Derecho, la Política, la Astronomía, la Tecnología y la Geología son algunas de las áreas donde esta noción permite identificar múltiples cuestiones. Dado su extenso campo de aplicación, resulta interesante repasar sus definiciones y enumerar usos prácticos que sirvan como referencia a la hora de establecer qué es, cómo es y para qué sirve un sistema.
En primer lugar, indica el diccionario de la Real Academia Española (RAE), un sistema consiste en un grupo de principios, bases y reglas vinculados entre sí que apuntan a un determinado asunto. De modo similar, se lo reconoce como el conjunto ordenado de cosas que tienen relación entre ellas y enriquecen una cuestión o procedimiento en particular.
Los expertos en temas informáticos, por ejemplo, suelen hacer referencia a los sistemas de control, los softwares de sistema y los sistemas operativos, mientras que los profesionales de la salud incluyen en su vocabulario ideas como “sistema inmunitario”, “sistema nervioso” y “sistema circulatorio”, entre otras. Distinto es el caso de los astrónomos, quienes trabajan sobre los sistemas planetarios y estudian el sistema solar.
Más allá de los mencionados líneas arriba, es posible reconocer a los sistemas homogéneos y heterogéneos, a los sistemas abiertos y cerrados, a los sistemas simples y complejos… En la vida cotidiana, tal vez uno de los sistemas más fáciles de identificar son los que se diseñan e implementan con fines de seguridad, ya sea para proteger viviendas y minimizar los robos como así también para detectar focos de incendio que alerten para actuar con rapidez.