Ejemplos de tejidos vegetales
Así como en otras oportunidades repasamos las aplicaciones prácticas del concepto de tejido y proporcionamos referencias sobre tejidos musculares y tejidos nerviosos, hoy haremos foco en el grupo de los tejidos vegetales.
Dentro de este conjunto podemos encontrar varios ejemplos, que según las características que posean se encuadrarán en el grupo de los tejidos meristemáticos o en el de los tejidos adultos o definitivos.
En el primer caso, encontraremos las variedades de los tejidos embrionarios (los cuales pueden localizarse en las semillas y en el tallo de cada planta), los tejidos primarios (ubicados en el ápice de las raíces y los tallos) y los tejidos secundarios (responsables del engrosamiento de los tallos).
Si analizamos la categoría de los tejidos vegetales adultos, entonces podremos distinguir seis tipos de capas de células que ya no pueden dividirse por su madurez. Así ocurre, por ejemplo, con los tejidos protectores (como la epidermis, la exodermis y el tejido secundario conocido como suberoso), los tejidos absorbentes (tejidos superficiales compuestos por estructuras celulares con paredes primarias delgadas, como la rizodermis) y los tejidos mecánicos (conocidos asimismo como de sostén porque le otorgan resistencia a los órganos maduros, donde aparecen como subdivisiones el esclerénquima y el colénquima). Las opciones se completan con los tejidos fundamentales (donde aparece el parénquima) y los tejidos conductores (como el floema y el xilema).
Cabe resaltar por último que los tejidos glandulares asociados a los tejidos vegetales, por otra parte, se forman a partir de agregados celulares que son parte del parénquima o la epidermis.