Ejemplos de viabilidad de un proyecto
Para poder reconocer la viabilidad de un proyecto y entender qué cuestiones se pueden contemplar en este marco, es fundamental tener en claro en qué consiste el concepto de viabilidad. Una vez que recordamos que esta palabra alude a la condición de viable (que algo es posible, factible), entonces estamos en condiciones de evaluar la viabilidad de un proyecto.
Independientemente de la iniciativa que deseemos llevar a cabo, antes de implementar el plan debemos definir ciertas cuestiones que nos permitan pronosticar el nivel de éxito de nuestra idea.
Por ejemplo: una persona desea iniciar un emprendimiento que le permita ganarse la vida de manera independiente. Su idea es ofrecer libros personalizados con encuadernación artesanal a pedido, es decir, sin abrir un local a la calle y administrando el negocio por Internet.
Si su capital es escaso, no tiene experiencia en el rubro para arrancar con una cierta cartera de clientes y elige materias primas que le exigen vender mucho para, al menos, equiparar la inversión inicial, la viabilidad del proyecto está comprometida.
Por el contrario, si tiene una posición económica amplia para asumir los riesgos sin comprometer sus finanzas, tiene habilidades para la venta, dispone de recursos tecnológicos para lograr productos originales de calidad a precios accesibles y sabe cómo promocionar su propuesta comercial por canales no convencionales pero con un elevado nivel de repercusión, entonces se arribará a la conclusión de que se trata de un proyecto viable que, a mediano plazo, puede llegar a generar importantes resultados y considerables perspectivas de crecimiento.