Ejemplos de células
Los expertos en Biología presentan a la célula como la unidad esencial de todos los seres vivos. Son componentes de dimensiones ínfimas (se observan a través del microscopio) que están protegidos por una membrana y conformados por un núcleo y citoplasma.
La célula madre, por ejemplo, es aquella que al reproducirse origina al menos un par de células hijas, mientras que la célula troncal se caracteriza por constituir diferentes clases de tejidos, como ocurre a partir de las células epiteliales, las células hepáticas, las células que forman parte de la sangre y las células nerviosas. Por otra parte, si analizamos el sistema nervioso encontraremos como recursos a las células olfativas envainadas (o células olfativas de Schwann) y a las células gliales radiales.
Cabe resaltar además que se puede distinguir entre células procariotas (conjunto compuesto por bacterias y arqueas) y células eucariotas (propias de organismos desarrollados y más complejos a nivel estructura).
Más allá de esta interpretación, en la práctica la idea de célula se aprovecha para describir distintas cuestiones. Es usual, por plantear algunos casos comunes, que se haga alusión a la “célula de una organización” (para referirse a una división independiente que se desprende de una asociación mayor, como ocurre por ejemplo con las células terroristas) y a las células fotovoltaicas o fotoeléctricas (identifican a unos dispositivos de carácter electrónico que permiten transformar la energía luminosa en electricidad). Los aficionados a fenómenos atmosféricos, por su parte, conocen el significado de la “célula de Hadley”, que influye en las latitudes tropicales y ecuatoriales sobre la circulación global de la atmósfera terrestre.