Ejemplos de cierre contable
Al término de cada periodo contable es fundamental llevar a cabo un cierre contable para poder generar la cancelación de las cuentas de resultados y poder volcar la información en las correspondientes cuentas de balance.
En este marco, es necesario regularizar las cuentas donde se registran tanto los ingresos como los gastos, así como tener actualizada la cuenta de patrimonio neto y cerrar todas las cuentas que posean saldo para dejarlas en cero.
Para hacer un cierre contable correcto minimizando los errores, es conveniente elaborar y revisar el balance para determinar el saldo disponible hasta el cierre del ejercicio actual, prestar atención a los inventarios físicos, estar al tanto de las cuentas de caja chica, repasar los valores del libro mayor, analizar las cuentas que podrían condicionar el resultado de los beneficios contables (amortizaciones, provisiones para riesgos y gastos, etc) y tener en cuenta el monto de impuestos a calcular.
En toda empresa, el cierre contable (que suele hacerse en coincidencia con el fin de cada año calendario) es realizado por los contadores que llevan un registro de las finanzas de la compañía. Si la metodología de trabajo es ordenada y se hacen cierres contables mensuales, basta con chequear los balances realizados a lo largo del año y realizar ajustes de último momento para lograr un cierre contable específico y acorde a la realidad.
Para un cierre contable mensual, por ejemplo, una compañía debe analizar y registrar ítems como los beneficios obtenidos de todos los ingresos logrados en dicho periodo (por ventas, pagos recibidos, etc) y los gastos generados en cada una de las áreas de trabajo (pago de sueldos, compra de mercadería, etc). Así, entonces, se podrá tener un control frecuente de las ganancias o pérdidas.