Ejemplos de demagogia
Para entender qué es la demagogia sin perdernos en explicaciones teóricas repletas de palabras complejas o ideas complicadas, hay que centrar la atención directamente en las acciones de determinados exponentes de la clase política.
La demagogia se advierte cuando un candidato o dirigente apela a discursos, a promesas o a determinadas actividades para ganar simpatía y conseguir respaldo popular a fin de obtener un puesto de poder o conservarlo, según cada caso. A partir de esta interpretación, se puede aplicar el concepto a toda situación donde se ilusione a alguien y se le diga aquello que desea escuchar.
Se puede acusar de demagogia tanto a un político que desea ser gobernador y durante sus años de militancia jamás se preocupó por los derechos de los niños pero, en plena campaña, busca captar votos visitando escuelas y fotografiándose con bebés, como así también hay demagogia cada vez que un artista, para complacer a los fanáticos que asisten a cada show de su gira internacional, se deja ver con una camiseta o bandera del país que visita y lanza frases como “Ustedes son mi mejor público”, “Amo a este pueblo, a esta nación, a esta tierra donde tan bien me tratan…”
La demagogia también aparece cuando, para ganarse a los seguidores del club que lo acaba de contratar, un futbolista asegura estar cumpliendo un sueño que tenía desde la infancia. “Llegar a este club es lo mejor que me puede pasar y voy a dar todo de mí para devolverles al equipo, mis compañeros, las autoridades y a la afición tanto cariño y respeto” es una de las expresiones que suelen pronunciar los deportistas cada vez que se suman a un plantel, sin importar de qué club sea ni la historia de dicha institución.