Ejemplos de depreciación
Se conoce como depreciación al fenómeno por el cual una determinada cosa pierde su precio o valor respecto al nivel o condición que tenía antes. Los expertos en cuestiones económicas y contables reconocen tres modalidades: la depreciación funcional, la depreciación física y la depreciación por obsolescencia. El transcurso del tiempo, el desgaste propio de su uso y la vejez, antigüedad o madurez de algo son variables que repercuten en el proceso de depreciación.
La depreciación de una moneda, por señalar una posibilidad, tiene influencia en el comercio exterior. Se puede establecer, por ejemplo, que la depreciación del euro ha propiciado el incremento de las ventas en naciones de la Unión Europea que poseen otra divisa. Una depreciación importante del dólar estadounidense respecto al euro, asimismo, favorece la competitividad en materia exportadora y ha generado, por describir un hecho puntual, que en la Bolsa de Chicago suba el valor de los granos. En territorio chino, por otra parte, puede decirse que se han advertido alzas significativas del yuan a partir de la depreciación registrada en las principales monedas del mundo.
Al buscar otros usos prácticos del concepto se pueden encontrar también depreciación de acciones, depreciación de inversiones, depreciación de materias primas y depreciación de servicios de sectores como el hotelero, por mencionar otras alternativas a modo de referencia.
Cabe resaltar que, para calcular la depreciación, se apela a distintos métodos donde se tienen en cuenta la vida útil y el valor del activo, entre otros criterios que ayudan a establecer el nivel de depreciación de algo.