Ejemplos de fanatismo
Desarrolla un fanatismo toda persona que se apasiona y no tiene límites a la hora de salvaguardar ideales, opiniones, preferencias, creencias, pasatiempos, estilos de vida, etc. Este deseo o necesidad de defender o rendirle culto a algo con exageración puede aparecer a cualquier edad y por múltiples causas.
Una adolescente, por señalar uno de los casos más comunes a nivel mundial, puede experimentar fanatismo por un cantante, actor, banda de música, etc. Los ídolos, por supuesto, cambian de acuerdo a las generaciones. Hay quienes tienen un gran fanatismo por Ricky Martin, otros que idolatran a Luis Miguel, adolescentes que sienten debilidad por Justin Bieber, fans incondicionales de One Direction… Todo artista tiene sus seguidores, que por fanatismo son capaces de realizarse tatuajes con el rostro de la persona admirada, de pasar varios días viviendo en la vía pública para conseguir una ubicación privilegiada en el recital, de perseguir al automóvil donde se transporta su ídolo para intentar verlo de cerca, de hacer guardia frente al hotel o vivienda donde se hospeda para tomarle fotografías, etc.
Lejos de estas prácticas que revelan exageraciones y hasta obsesiones pero socialmente aceptadas por no tener consecuencias lamentables aparece un panorama grave que debe ser repudiado y combatido a nivel mundial: el fanatismo religioso. Muchos crímenes, guerras y atentados terroristas se han desencadenado a lo largo de la historia por la intolerancia hacia diversos credos.
También es un disparador de violencia el fanatismo político, donde por defender ideologías políticas en varias ocasiones las discusiones terminan en enfrentamientos y agresiones.