Ejemplos de discriminación
Cuestiones religiosas, raciales, políticas, físicas, culturales y hasta vinculadas al género pueden motivar un acto de discriminación. Cabe destacar que este término, que deriva del latín discriminatĭo, hace referencia a la acción y el efecto de discriminar, es decir, de excluir y/o tratar con inferioridad a una persona, aunque también se aplica a la idea de ordenar y clasificar, en cualquier ámbito y bajo distintos criterios, toda clase de objetos.
Si bien existe la excepción del concepto de discriminación positiva para nombrar a la protección de carácter extraordinario que se le concede a un grupo históricamente marginado, la discriminación entre individuos no está asociada a nociones positivas.
Cuando en un establecimiento (ya sea un bar, un colegio o un local bailable, entre otros) le prohíben el ingreso a una persona por su apariencia, por ejemplo, se está frente a un caso de discriminación.
También es posible hablar de discriminación cuando en un marco laboral se rechazan las postulaciones para un puesto por no confiar, por ejemplo, en las capacidades de una mujer.
Que en un equipo de fútbol se rechace la incorporación de un jugador que se confiesa homosexual, es otra muestra de discriminación, como lo es asimismo el hecho de no aceptar al novio de una integrante del núcleo familiar católico por profesar la religión judía.
No ceder el asiento a una mujer embarazada de rasgos andinos, evitar invitar a una fiesta a un individuo obeso o que en un centro médico se nieguen a atender a alguien sin recursos económicos son otras muestras posibles de casos de discriminación.