Ejemplos de inclusión
El hecho de incluir a algo o a alguien en un determinado conjunto da como resultado una inclusión.
La inclusión social, por ejemplo, apunta a integrar a todas las personas para que todos, más allá de sus diferencias y capacidades, puedan disfrutar y acceder a lugares sin condicionamientos ni barreras de ningún tipo. Para garantizar y favorecer la inclusión social desde la infancia, por describir un caso puntual, se adaptan juegos en plazas públicas con el objetivo de que todo niño pueda divertirse. Algo similar ocurre con las iniciativas a favor de la inclusión social que se llevan a cabo en ciudades costeras para que los individuos en silla de ruedas o que tienen alguna clase de parálisis puedan acceder al mar.
La inclusión laboral, asimismo, apunta a darle oportunidades de empleo a todos por igual, sin discriminar ni excluir a aquellos que padecen una discapacidad. En este marco, las personas con dificultades motrices o que tienen Síndrome de Down, por señalar casos posibles, pueden trabajar en diferentes empresas o ganarse la vida de modo independiente desempeñándose en múltiples áreas.
En materia deportiva, por otra parte, los reglamentos de cada competencia pueden llegar a poner un límite a la inclusión de jugadores extranjeros dentro de un equipo. En básquetbol, por ejemplo, suele fijarse un cupo máximo de jugadores extranjeros por plantel para garantizar que los deportistas nacionales tengan lugar en el equipo.
Para promover el acercamiento de los niños a los materiales literarios, por último, McDonald’s ha apostado por la inclusión de libros infantiles en su Cajita Feliz.
Como resulta evidente, en la práctica hay muchas clases de inclusión, demostrando así el amplio y diverso alcance del concepto.