Ejemplos de textos literarios
Al analizar los distintos tipos de textos que le permiten al ser humano expresarse y dar a conocer una información surge una clasificación de alcance universal que establece, por ejemplo, que un escrito puede ser publicitario, jurídico, periodístico o literario según sean sus particularidades.
Para que un texto sea considerado como literario, por ejemplo, debe encontrarse en él una función poética ya sea de forma directa (como ocurre en la poesía) o como elemento secundario (tal como se puede advertir en algunas composiciones históricas y/o didácticas) y un lenguaje específico desarrollado con fines estéticos para captar la atención del lector.
El cuento, la novela, la poesía y el ensayo son géneros que enriquecen a la literatura y permiten aportar variedad a la lectura de aquellos que disfrutan los contenidos literarios.
“Diario de un mago. El peregrino” (de Paulo Coelho) y “Las aventuras de Tom Sawyer” (Mark Twain) son libros que pueden ser citados como ejemplos de textos literarios, pero para entender por completo qué características reúne esta clase de propuestas estableceremos a partir de distintas frases una diferencia notoria con el denominado texto informativo.
“Nació una suricata en el zoológico de Buenos Aires. El animal pesa 200 kilogramos y mide 30 centímetros” es, por su carácter objetivo y despojado de expresiones emotivas, un texto informativo, pero si esos mismos datos se incluyen en frases como “El zoológico de Buenos Aires celebra con alegría la llegada al mundo de la pequeña suricata de 200 kilogramos de peso y 30 centímetros de altura que, a partir de ahora, cautivará al público con su simpática figura”, entonces se está frente a un texto literario.