Ejemplos de hipótesis nula
En el campo de la estadística se considera hipótesis nula a una hipótesis que ha sido elaborada con el fin de anular o refutar una determinada conjetura y, a raíz de ello, respaldar una hipótesis alternativa.
Según establecen las reglas que la rigen, esta clase de hipótesis se cree verdadera hasta que una evidencia estadística presentada en forma de prueba empírica demuestre lo contrario.
Los expertos que trabajan a diario con este tipo de recursos aseguran que las hipótesis nulas pueden ser clasificadas de diversos modos, aunque para no añadir complejidad a esta explicación en esta ocasión no profundizaremos al respecto y nos limitaremos a citar algunos ejemplos basados en la definición general de este concepto.
Una situación que puede servir para plantear una hipótesis nula es la siguiente:
Un investigador que desea verificar la hipótesis que asegura que las mujeres morochas son más inteligentes que las rubias realiza una prueba: dividir en dos grupos a varias damas de distinto color de cabello y proporcionarle a todas los mismos enigmas para resolver. En este contexto, la hipótesis nula consiste en la afirmación de que la inteligencia no depende del color de pelo que uno tenga.
Otro caso que refleja el perfil de una hipótesis nula:
Para comprobar la hipótesis de que todas las mascotas pueden ser adiestradas, un experto resuelve armar dos grupos. En uno deja a los perros que serán evaluados, mientras que en el otro ubica a varios hámsters. La hipótesis nula, por lo tanto, establece que no todas las mascotas son objeto de adiestramiento.