Ejemplos de textos instructivos
Analizar el contenido y descubrir la finalidad de un texto nos ayudan a clasificarlo de manera precisa en función de las características que presente, pudiendo armar uno de modo completo de acuerdo al objetivo que tengamos en cada ocasión.
Un texto instructivo, por ejemplo, es aquel que, de modo claro, práctico y didáctico, enseña algo para que el receptor de dicho mensaje aprenda a llevar a cabo una cierta acción. Muchos electrodomésticos y productos tecnológicos se comercializan acompañados por un manual que instruye al usuario para que éste entienda cómo encenderlo, armarlo (en caso de incluir varias piezas por separado), ponerlo en funcionamiento, programarlo, mantenerlo limpio y utilizar todas las opciones que ofrece el equipo.
El paso a paso que se detalla en una receta de cocina es otra muestra de texto instructivo, ya que en estas presentaciones se dan indicaciones respecto a ingredientes, cantidades y acciones para preparar un menú específico de manera exitosa (Batir dos huevos e incorporarlos a la mezcla previamente formada con harina, azúcar y manteca, reservar en el refrigerador mientras se derriten 150 gramos de chocolate a Baño María, etc).
También los juegos de mesa incluyen un texto instructivo para enseñar a jugarlo y a entender las reglas que deben cumplir cada uno de los jugadores para poder ganar la partida y, en numerosos espacios públicos, se instala cartelería informativa con las instrucciones necesarias para usar una máquina de ejercicio físico de modo correcto, protegiendo así la instalación evitando daños en la estructura producto de un mal uso y minimizando los riesgos para la salud de quien desea aprovechar ese equipo.