Ejemplos de alcanos
Un alcano es un hidrocarburo alifático saturado que se compone con átomos de carbono e hidrógeno y que se utiliza, entre otros fines, para propósitos vinculados a la calefacción, la cocina y la electricidad. En presencia de un catalizador de níquel, reaccionan con vapor para producir hidrógeno.
El alcano más sencillo, dicen los expertos, es el metano (sustancia no polar que posee sólo un átomo de carbono y se presenta en forma de gas a temperaturas y presiones ordinarias), pero también son fáciles de reconocer en este grupo el etano, el propano y el butano. Como el conjunto es amplio, se pueden citar además al pentano, hexano, heptano, octano, nonano, decano y undecano.
Cabe resaltar que el propano suele ser utilizado en el quemador de gas propano, mientras que el butano sirve para los encendedores descartables. Por su parte, el pentano y el octano son líquidos que se aprovechan como combustible en motores de combustión interna, mientras que del hexadecano en adelante los alcanos se reservan como componentes de aceites combustibles y lubricantes.
En estado sólido, por otra parte, muchos alcanos se utilizan como cera de parafina, así como aquellos alcanos que poseen una longitud de cadena compuesta aproximadamente por 35 o más átomos de carbono son destinados al betún.
Otro dato importante que se debe tener en cuenta sobre los alcanos: pueden ser clorosulfonados o nitrados, son inflamables, muchos de ellos son peligrosos para el medio ambiente y pueden generar mezclas explosivas al entrar en contacto con el aire.