Ejemplos de ambientes acuáticos
En nuestro planeta, así como hay diferentes relieves y características de terreno, existen múltiples ecosistemas. En esta ocasión, como el título de esta nota lo adelanta, la idea es centrar nuestra atención en las particularidades de los ambientes acuáticos.
En esta clase de entornos predomina el agua: según ella sea dulce o salada, habrá distintas condiciones en el hábitat y determinadas especies de animales. Asimismo, sus rasgos específicos influirán en cómo el ser humano se relacione con el ambiente acuático.
El mar, por ejemplo, es un ambiente acuático con flora y fauna concreta. Este entorno salado que embellece el paisaje natural de las ciudades costeras la gente acostumbra refrescarse cuando las temperaturas son elevadas (excepto que las aguas estén contaminadas) y realizar deportes como el surf y el esquí acuático, además de paseos en barco.
El río es otro ambiente acuático. Estas corrientes de agua que se distribuyen a nivel mundial están sujetos a clasificaciones puntuales a partir de diferentes variables. Entre los ríos más conocidos aparecen el Amazonas (considerado el más caudaloso del planeta), el Nilo (río más grande de África) y el Misisipi (ubicado en América del Norte).
Para simplificar la información más allá de los detalles, señalaremos que toda región del mundo donde exista agua suficiente para el desarrollo de vida (ya sea de plantas acuáticas como de animales que vivan en el agua, como los peces, los cetáceos, etc) recibe la denominación de ambiente acuático. De este modo, podremos reconocer también como parte de este conjunto a los lagos, las lagunas y los pantanos.