Ejemplos de ambientes de transición
Así como en otra oportunidad les ofrecimos referencias sobre ambientes acuáticos, hoy haremos foco en los denominados ambientes de transición.
Según los expertos en cuestiones vinculadas a la naturaleza, se conoce como ecosistema o ambiente de transición a las áreas que quedan en medio de dos ámbitos totalmente distintos.
Por mencionar un caso fácil de reconocer para el común de la gente: la orilla de una playa o la franja que divide a la tierra de un curso de agua son ambientes de transición. Gracias a ellos, se puede pasar de un ambiente terrestre a otro acuático y viceversa de manera gradual, generando que los seres vivos puedan adaptarse y subsistir tanto en condiciones húmedas (es decir, en contacto con agua) como en condiciones secas (en pastizales, arena, rocas).
Cuando estos ambientes de transición surgen sin intervención del ser humano, es decir, que se forman de modo espontáneo por cuestiones vinculadas a la naturaleza sin que el hombre condicione al entorno, se los considera naturales; de lo contrario, se los denomina inducidos y pueden tener diferentes rasgos distintivos (como cuando se talan árboles de un bosque).
De buscar más referencias sobre estos entornos, aparecerán como alternativas una parte del Parque Nacional Calilegua (territorio argentino donde se puede reconocer un ambiente de transición que conecta a la húmeda yunga con el bosque chaqueño de características secas) y otra del Parque Nacional y Natural de Doñana (localizado en España, cuya porción norte puede considerarse un ambiente de transición por separar al bosque mediterráneo de las zonas inundables), por indicar dos propuestas más a modo orientativo.