Ejemplos de ambigüedad

28 febrero, 2012

El término en latín ambiguĭtas ha dado origen hace ya algún tiempo al concepto de ambigüedad, una palabra que resalta la cualidad de ambiguo.

Se dice que algo es ambiguo cuando puede interpretarse o entenderse de diversas maneras, generando en quien lo observa, escucha o aprecia dudas, incertidumbre, confusión o suspicacias.

A continuación, distintos ejemplos de cómo un objeto o un individuo puede provocar ambigüedades con sus comportamientos o características.

“El pescado está listo para comer” (El sentido común indica que se trata de una frase que avisa sobre el punto justo de un plato, pero su construcción también da lugar a que alguien entienda que un pez se prepara para cenar o almorzar, es decir, es un mensaje ambiguo)
“Tiene un look ambiguo: no se advierte a simple vista si es un hombre o una mujer” (Expresión que puede surgir en la vida cotidiana frente a la observación de alguien que por apariencia no deja saber si es dama o caballero)
Frente a un partido de fútbol, un comentario ambiguo sería: “Creo que Moscas FC mereció ganar, aunque Sporting White también hizo méritos para vencer al rival”
Un nombre ambiguo, por su parte, es aquel que no da información sobre el sexo de quien lo lleva, tal como sucede con Sasha, Amor, Andrea y Artemis, entre otros.
Reir y llorar a la vez, asimismo, está considerada como una reacción ambigua porque no permite comprobar si es la tristeza, la alegría o el nerviosismo lo que impulsa el comportamiento de esa persona.