Ejemplos de árboles
Los bosques están llenos de ellos. En el campo, sentarse bajo uno de ellos durante un día de sol permite disfrutar un poco de sombra. En las calles, su presencia embellece y contribuye a oxigenar la ciudad. En los hogares, su crecimiento puede ser ornamental o responder a una intención puntual de obtener alimento. Los árboles, como pueden advertir, son mucho más que plantas perennes con troncos gruesos.
Existen variedades en la naturaleza que le permiten al ser humano obtener frutas y frutos secos, como los casos del manzano (de él se obtienen las deliciosas manzanas), del peral (da peras), del almendro (donde crecen las almendras), del nogal (donde surgen las nueces) y del naranjo (árbol frutal donde crecen las naranjas), por mencionar algunos a modo de referencia.
También hay árboles cuyas maderas se utilizan para realizar muebles y otros productos ornamentales o de carpintería, como el roble, el pino y el algarrobo.
Distinto es el caso del árbol de Navidad, ya que si bien hay casos en los cuales se adornan pinos, por lo general se trata de estructuras artificiales fabricadas con materiales sintéticos que reproducen, en menor tamaño, la apariencia de un pino natural. Con bolitas coloridas, cintas, moños, luces y una estrella en la punta, estos árboles constituyen una tradición simbólica durante la celebración de la Navidad.
Al hacer alusión al árbol genealógico tampoco se pretende indicar una especie de planta sino que, en este caso, apunta a indagar sobre el pasado de una persona, conociendo la identidad y origen de sus padres, abuelos, tíos, etc.