Ejemplos de arcaísmos

6 marzo, 2012

Cuando se hace uso de algo muy viejo y anticuado o se imitan objetos y/o expresiones antiguas, esa acción se define como arcaísmo. Este término, procedente del latín archaismus, sirve por lo tanto para referir a la condición de arcaico que pueden tener diversos elementos y/o modismos del lenguaje cotidiano.

Si repasamos la Historia, profundizamos nuestros conocimientos sobre el lenguaje y asumimos a partir de ello el desafío de recuperar piezas, palabras o frases típicos de otros tiempos, podremos identificar a nivel mundial numerosos arcaísmos, algunos de los cuales citaremos a continuación a modo de ejemplo.

La lengua española permite sorprender con arcaísmos como cobertor (un término que describe a una manta), escogencia (vocablo que hoy en día se reemplaza con ‘elección’), enflacar (antiguo concepto que en la actualidad se sustituye a través de ‘adelgazar’) y comprero (arcaísmo que se utilizaba en otras épocas para hacer mención a un comprador).

Ejemplos de uso de los arcaísmos:

“¡Deja ya de beber o quedarás alumbrao!” (borracho)
“Vuestro hogar es pequeño, empero resulta acogedor y cálido” (pero, sin embargo)
“No me agradan las comparancias entre hermanos (comparación)
“¡Qué fermosura tiene este jardín” (hermosura)
“¡Pórtate bien o te ligarás un sopapo!” (bofetada, cachetada)
“La lluvia no merma y el panorama es cada vez más complicado” (disminuye, frena)
“No acepto que fables de modo despectivo” (hables)
“Aquesto me parece sospechoso” (esto)
“Agora búscate alguien que te quiera” (ahora)
“No olvides tomar la melecina” (medicina)
“Iré acullá para correr por los montes junto a mi amada” (allá)