Ejemplos de archivos informáticos
Quienes utilizan equipos informáticos y guardan información a medida que generan documentos de texto o gráficos, por ejemplo, identifican a cada uno de esos ficheros o registros como archivos informáticos.
Cada archivo se identifica con un nombre específico y se conserva dentro de una determinada carpeta. Según el contenido que posea y de qué modo haya sido generado, se podrá reconocer por su extensión y la memoria que ocupa.
Hay muchas clases de archivos informáticos, pero a modo de ejemplo describiremos casos sencillos y habituales a fin de que todos, aún aquellos que no sean expertos en Computación, puedan entender qué y cómo es un archivo informático.
Cuando introducimos en el equipo una canción por medio de un dispositivo USB y la guardamos, por señalar una posibilidad, generamos un archivo de audio. Esta información puede ser leída y reproducida por programas específicos para contenidos musicales.
Hacer una desgrabación en Word o generar con el mismo programa un texto con la intención de conservarlo en el equipo, es otra acción que da como resultado un archivo informático. Lo mismo ocurre al trabajar con propuestas como Paint, que permiten realizar gráficos y dibujos (con o sin texto añadido): si lo llegamos a guardar, tendremos un nuevo archivo informático.
También las fotografías y videos que llegan a nuestro ordenador (computadora) por dispositivos externos, correo electrónico, redes sociales, etc. pueden transformarse en archivos que nos permiten, en este caso, acceder a imágenes o materiales audiovisuales de familiares, amigos o relacionados a un interés profesional (en el caso de investigadores y periodistas, por proponer alternativas).