Ejemplos de automatización
El acto de automatizar (es decir, de generar que algo se vuelva automático) se define como automatización.
Este concepto se aplica, por ejemplo, cuando una empresa decide modificar su sistema de trabajo convencional para sustituir personal y tareas manuales por robots, programas y equipamientos computarizados que sirven para completar un trabajo con mayor rapidez, precisión, orden y menor margen de error.
La automatización, asimismo, puede suponer ahorros de espacios físicos y de esfuerzos así como facilitar la llegada hacia la información requerida. Por describir un caso: antes de los avances tecnológicos que posibilitaron el uso masivo de los ordenadores (computadoras) y el acceso a Internet, las bases de datos eran papeles o fichas que se completaban a mano y se guardaban en cajones, armarios, etc. Ocupaban mucho lugar y un derrumbe, inundación, etc. los podía echar a perder: además, para encontrar un dato concreto era necesario llevar un orden y una clasificación precisa e ir a buscarlo en el sitio adecuado cada vez que se demandaba una actualización, verificación o corrección de contenidos.
Dentro del Poder Judicial de una nación X, por ejemplo, se decidió implementar un plan de digitalización e informatización de los datos para evitar pérdidas de tiempo en la búsqueda de esas fichas físicas y no tener que imprimir ni correr el riesgo de daños: la automatización de estos procesos hace que no se necesite tanta gente abocada a un rastreo de documentación, que se gane espacio para destinarlo a fines más provechosos y que se pueda acceder a distancia (desde distintos juzgados, por ejemplo) a una base de datos de uso interno, con las copias correspondientes bien conservadas y resguardadas para adelantarse a eventuales fallos que representen el riesgo de perder la información.